Dos años con cerca de 30 viviendas vacías en Miradores. Dos años de dejadez y desidida de un PP que o no sabe gestionar o no le importa el grave problema de acceso a la vivienda en Pozuelo.
Y ahora dos meses de prisas y correr, de petición de llaves, de órdenes de entrega de las viviendas y, supongo, que de arreglos y pinturas.
Hace dos meses y medio, desde el PSOE pedimos en pleno que se sortearan con urgencia las viviendas públicas vacías que hay en Pozuelo. No teníamos el dato exacto, pero preguntando a residentes en bloques de o con viviendas públicas y revisando resoluciones, vimos que era inaceptable pues al menos contamos 30. Y lo llevamos a pleno reclamando que se sortearan en breve y se destinaran a jóvenes y vecinos con rentas bajas.
Nos han hecho caso en parte, pues se sortearán las 29 que hay en el residencial Miradores, en Plaza de España, pero no las otras. Y se olvidan, como siempre, de personas mayores de 35 años que tengan rentas bajas.
Podrían haberlas tenido en cuenta, pues hoy sabemos que son más. Superiores a las 40, pero bienvenido sea este pequeño paso, que será muy importante para garantizar el acceso a la vivienda a jóvenes de nuestra ciudad. La realidad es que la puesta en marcha del sorteo de esas 29 viviendas vacías en Miradores no son un gesto de responsabilidad del equipo de gobierno, sino una reacción forzada ante la presión política y social. ¿Qué hubiera pasado si no se les hubiera exigido actuar?
La inacción del PP en materia de vivienda pública ha sido manifiesta estos últimos 15 años. No se ha construido nada, no se ha generado nada de suelo para poder construir y se han dejado decenas de viviendas vacías durante años –y es la segunda vez que pasa-, mientras que los precios del alquiler y de compra en Pozuelo se disparaban hasta convertirse en algunos de los más altos de España.
La falta de inversión en vivienda pública y por tanto exclusión de la mayoría de jóvenes y personas con rentas bajas del acceso a una vivienda asequible no es fruto del azar, sino de una gestión deliberadamente enfocada en otro tipo de proyectos: palacios de congresos, hoteles de lujo y recintos feriales que nadie ha reclamado y que costarán millones de euros. Obras fallidas en las que gastamos decenas de miles de € en hacer sus proyectos como la nueva Escuela de Musica y Danza, el nuevo polideportivo de la Zona Norte, obras que siguen cerradas, con sobrecostes y que han costado millones de € como el aparcamiento de La Estación u obras iniciadas que han costado millones y que siguen paradas así tras años paradas como la piscina del Carlos Ruiz u otras instalaciones en el Valle de Las Cañas. Dinero de la ciudanía que podrían haberse destinado a construir más vivienda social, garantizando el acceso de jóvenes y familias a un hogar en su ciudad.
Pero lo más preocupante no es solo la falta de compromiso del PP, sino su resistencia sistemática a cualquier propuesta que busque corregir esta situación. Han rechazado iniciativas para fijar límites en los precios del alquiler, las propuestas de mejora sobre los precios para los proyectos que parece van a poner en marcha o iniciar los trabajos para la construcción de un verdadero parque de mil viviendas públicas de gestión propia asequible.
De hecho, nos satisface ver que nos hacen algo de caso, como con esta medida fruto de nuestra propuesta en pleno, o los proyectos que van a hacer de las C/Murania y Coca que también llevamos a pleno en el pasado. Pero es lamentable que no se den cuenta que su inacción a condenado a la expulsión a miles de jóvenes a lo largo de años. Y que si no actúan con más determinación seguirá pasando pues Pozuelo se está convirtiendo en una ciudad en la que solo pueden vivir quienes tienen rentas elevadas.
Es inadmisible que un Ayuntamiento contribuya a expulsar a sus propios vecinos porque prefiere destinar sus esfuerzos a proyectos que no resuelven los problemas reales de la gente. El PP no puede seguir mirando hacia otro lado: debe actuar con la responsabilidad que exige este problema. La vivienda pública no puede ser una cuestión secundaria ni una medida improvisada ante la presión política. Es una necesidad urgente que debe ocupar el centro del debate y que debe tener recursos y priorizarse para hacer una ciudad que no expulse nunca más a nadie por su nivel de renta o edad.
Helio Cobaleda
Portavoz Grupo Municipal Socialista